Diógenes, el perro: "El síndrome de Diógenes"
Ciertamente la justicia en
Grecia era algo muy importante, lo podemos observar a través de los filósofos
griegos, como Plantón, por ejemplo en el Protágoras,
Platón escribe un mito, donde Zeus ordena a Hermes que le de a todos los
hombres los sentidos básicos de la moralidad, que eran, pudor respeto y sentido
moral. Hesíodo también nos habla de la justicia como lo que tienen los hombres
y carecen los animales. Afirmaban que la educación se basaba en la decencia y en la justica, y quien no se diera
cuenta de ello era o bien un animal o bien un bruto. Dentro de los animales, había
diferentes niveles, estaban los prudentes y los civilizados, como las hormigas
o las abejas. Luego se encuentra el perro, este animal es infiel, falso, con
una sencilla vida. El caso es que cuando empezaron a llamar a Diógenes de
Sinope “el perro” lo hicieron de manera despectiva, negativa. Pero a Diógenes
le gustó su calificativo y de hecho se enorgulleció de él. Diógenes era una
persona con desvergüenza y de hecho consideraba que el calificativo de perro
era el más adecuado para él. No estaba a
favor de las normas, leyes, de la civilización, se desprendía de toda
obligación cívica, y por ello no gozaba del derecho de ciudadanía. No
trabajaba, no tenia familia, ni obligaciones, iba de un sitio a otro en la
ciudad, no tenia ningún tipo de compromiso, siempre estaba sonriendo, de hecho
pedía a los demás para poder alimentarse, y era feliz con poco, no tenía nada.
Él mismo consideraba que llevaba una vida de perro en medio de la ciudad.
Se vincula por una vida natural, y eso también
hacia que él considerara un alago el que le vieran como un perro, pues que
consideraba que la forma de vivir del perro es una forma ejemplar pera vivir
despreocupado y sincero. Va a desprenderse de lo cívico y a dirigirse hacia una
vida natural, pensaba que llevando una vida natural, una vida de “animal”, iba
a gozar de libertad y de independencia, más que los demás hombres. Se considera
un autentico hombre natural. De hecho los cínicos también llevan este
calificativo de “perro” con orgullo, procuran imitar a Diógenes con esa
desfachatez e indiferencia, llevar una vida cínica es llevar una vida con indiferencia, sin normas, bohemia… cuando el cínico se niega a respetar lo que supuestamente
debe ser respetado, es porque considera que no deben aceptar lo que los demás
aceptan por simple comodidad y sin razonar, ya que consideraban que si pensasen
un poco, si razonasen los ciudadanos, no le darían la razón a los gobernantes,
puesto que se darían cuenta que hay cosas que deben ser más respetadas que las
que hay ahora. El cínico apoya una moral que se vincula más por la libertad y
por la virtud, y cosas que no estaban muy a la orden del día.
El cínico tiene una gran
queja del pacto cívico que se encuentra en la civilización, dice que le parece inauténtico
y perturbado, prefiere renunciar a tal progreso que le parece absurdo, y
vagabundear solo, independientemente de la sociedad. Por ello prefiere tomar
como modelo a los animales sencillos, como la vida del perro, no le gusta para
nada la vida en la ciudad, estar sometido a presiones y esfuerzos que le privan
de la libertad y de la independencia. El cínico se considera poco materialista,
no esta a favor del lujo ni del dinero. Ve a la civilización como una
destrucción del hombre, como aquello que le priva de libertad y de
independencia. La vida en la civilización es siempre depender de algo o de
alguien, cuando en la naturaleza todo es mucho más sencillo y menos costoso.
Los cínicos renuncian a las riquezas, prefieren ser filósofos vagabundos,
porque según ellos así si que se es feliz.
Según ellos el sabio ya es feliz porque necesita poco en un mundo tan
materialista. Al fin y al cabo, como bien dice el autor, el verdadero cínico, desconfía
de la cultura y confía de la naturaleza. Así que el cínico renuncia de todo lo materia
para poder llevar una vida más natural, pera poder aproximarse a lo natural.
Esto tiene sus consecuencias, por ejemplo se cuenta de la muerte de Diógenes
dos versiones, una que fue comido por los perros, la otra sostiene que murió
por no poder ingerir los trozos de un pulpo que comió crudo, por no utilizar
los materiales de la sociedad.
En concreto, Diógenes de Sinope fue un hombre provocador y raro, por sus
gestos maleducados. Luego más tarde se convirtió en un excelente filosofo
cínico, iba contando anécdotas, mitos, cuentos literarios muy variados. Todo lo
comentaba, todo lo criticaba. Nació en Sinope, donde fue exiliado, entonces se
fue a Atenas y luego a Corintio, visitando de vez en cuando Esparta. Iba de un
lado a otro, era un emigrante, se consideraba ciudadano del mundo. Criticaba
toda crisis política. Pensaba que el hombre es autosuficiente para la virtud,
afirmaba que poco era lo que se necesitaba para poder vivir, por lo menos para
aquellos que eran como él, que iban de un lugar a otro, exiliado y pobre, que
no buscaba honores ni admiraciones. Lo que la gente hablaba era para el cínico
cosas sin sentido. No tenía ni patria, ni familia, ni casa para dormir, ni le
preocupaba donde iba a morir, era pobre, realmente pobre, no tenia nada. En una
ocasión dijo que cuando estuviera muerto le gustaría que los pájaros y perros
se lo comieran. Luego García Gual nos habla de los diferentes encuentros que
tuvo Diógenes con reyes y dioses. En una ocasión,
se dice, Diógenes mantuvo una inesperada entrevista con Alejandro Magno, quien
empezó la conversación así: 'Yo soy Alejandro Magno'; el filósofo contestó: 'y
yo, Diógenes el cínico'. Alejandro entonces le preguntó de qué modo podía
servirle. El filósofo replicó: 'Puedes apartarte para no quitarme la luz del
sol'. Alejandro, dicen, se quedó tan impresionado con el dominio de sí mismo
del cínico que se marchó diciendo: 'si yo no fuera Alejandro, querría ser
Diógenes'. En otros relatos podemos ver a Alejandro con otros sabios, donde
también estos no quieren nada del rey nada mas que le deje en paz. Aquí podemos
ver esa autoridad y soberanía que tiene el sabio sobre si mismo, solo el sabio
se gobierna así mismo. A pesar de que escribió algunos libros, donde muchos
dudan que sean de él, mas que escritos a Diógenes se le conocía como el actor
de su propia vida.
Lo que si
tenemos de Diógenes es una leyenda sobre su propia vida, igual que la tenemos
de Sócrates, lo que pasa es que Diógenes no tuvo la suerte de éste, puesto que
no tuvo un Platón ni un Jenofonte, que le recordara y le admirara. se ha
considerado a lo largo de la historia como un hombre mítico, único, un modelo
que muchos después siguieron. El pensamiento del cínico se ha expresado a
través de anécdotas y chistosas sentencias, se le ha considerado un humorista,
que usa palabras y métodos vulgares, la ironía, para que toda la gente lo
entienda. De hecho se expresa a través de gestos ordinarios, critica el
comportamiento de la gente con burlas y comentarios irónicos. Los cínicos
utilizan las anécdotas y dichos como técnicas para expresar sus pensamientos,
son métodos muy buenos por diversas razones, una es porque su brevedad hace que
sean fáciles de entender, otro pos su plasticidad hace que se puedan aplicar en
diversas situaciones. Este gusto por lo retorico y popular ha en la época
helenística y en la Segunda Sofistica, ha hecho que este género literario sea
cada vez más conocido. Esta
característica de humor propia del cínico hizo que el cinismo tuviera una
crítica saludable.
En conclusión, decir que su filosofía era puramente
ética, una ética que estaba vinculada por la libertad y la independencia, cosas
que solo se conseguían ignorando a la sociedad y haciendo uno lo que le apetece
y quiere en cada momento, de ahí se deriva el nombre del famoso Síndrome de Diógenes, aplicado a personas que sufren la enfermedad de acumular todo tipo de basura en su hogar, que viven voluntariamente aisladas de la sociedad y que generalmente están abandonadas.
Me ha parecido curioso explicar la vida de Diógenes, un pensador del que siempre se habla por el famoso síndrome, pero que generalmente poco se sabe. Un biografía llamativa y peculiar a destacar en la maravillosa Historia de la Filosofía.
Un saludo, con todo mi cariño, Leticia.
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