Richard Rorty ¿cómo ser felices?


Imagen película En busca de la felicidad
   

    ¿La felicidad forma parte de nuestra identidad personal y social, y por tanto, varía según sea el modelo social en el que nos encontremos y según sean nuestras circunstancias, valores y prioridades? Richard Rorty (1931-2007), un filósofo estadounidense, elabora un modelo de felicidad neo-pragmático que deriva del utilitarismo y del empirismo, lo esencial de su teoría prima en el rechazo a los esencialismos, a las religiones y a los racionalismos por considerar que contienen un trasfondo metafísico (que va más allá del mundo físico) y teológico. Rorty se cuestiona ¿cómo puedo crear mi propia felicidad y la de los demás en una sociedad democrática pluralista? Para responder a su pregunta, elabora su propio modelo de felicidad con los siguientes rasgos:


    Por un lado, es filopoyético, donde la felicidad es una creación privada, es decir, para el filósofo cada persona tiene su propia felicidad, siendo ésta la búsqueda de la propia realización personal, de la autorrealización. Cada persona ha de crear su propio concepto de felicidad en un proceso en el que hay que ser conscientes del devenir de la existencia en continuo cambio. La fuente de la felicidad no puede ser ni la filosofia, ni la religión, ni el respeto del deber moral… sino, que para Rorty, la felicidad sólo puede encontrarse en la narrativa, en la estética, en el arte, en la historia…

Por otro lado, otro de los rasgos es lo que pensador denominó simpatéticio, donde los sentimientos son lo más importantes en la búsqueda de la felicidad, desde este punto de vista, rechaza de manera clara la teoría kantiana, ya que Kant considera que los sentimientos no están relacionados con la moralidad, igualmente, rechaza el principio de universidad del deber. En concreto, Rorty considera que las mayores barbaridades que se han cometido a lo largo de la Historia se han debido al predominio de la razón y de los racionalismos, de hecho culpa directamente al racionalismo kantiano de ello.

Para el filósofo, lo esencial y primordial para obtener la felicidad propia y la de la sociedad democrática pluralista, está en fomentar la compasión y la solidaridad entre las personas. Por tanto, ser moral para Rorty, es ser compasivo, puesto que lo común en la sociedad es el sufrimiento. Por ello, la narrativa, el cine, el documental… al mostrar emotivamente acciones humanas, serían los que ayudarían a educar esa dimensión compasiva y empática.

Otro de los rasgos del modelo de felicidad de Rorty es el pragmatismo, donde la experiencia de la felicidad se ha de extender en las sociedades democráticas – puesto que las considera las mejores pragmaticamente ya que son las que han resuelto los problemas de la forma más adecuada posible – por ello, Rorty considera que el sistema democrático se ha de extender por todo el mundo.

El pensador, afirma que la filosofía no es el fundamento legitimador de la democracia, la superioridad moral y política de la democracia liberal respecto a otros sistemas políticos es sólo una cuestión empírica y pragmática. Así pues, la filosofía, para Rorty, no desempeña una función pública especial, sino que ha de ser principalmente una actividad privada, tan inocua como el amor a la música, a la poesía o al deporte. Además, hemos de tener en cuenta, que para Rorty, el filósofo es incapaz de transmitir la verdad, el valor, el sentido de la vida,... tal y como lo hace el poeta, el músico, el cineasta o, el pinto. Hemos de tener presente  al respecto, que en la cultura postmoderna, postmetafísica y postcristiana, ya no son útiles ni las religiones, ni las filosofías racionalistas, ya que son concepciones abstractas.

Por último, como dato curioso, destacar que para Rorty, los derechos humanos no tienen una fundamentación racional, sino que en ellos hay una progreso de los sentimientos morales de los hombres.

   En definitiva, para Rorty la felicidad no tiene nada que ver con la concepción cristiana - la felicidad como regalo de Dios - ni con la concepción kantiana - la felicidad como algo que nos merecemos por cumplir con el deber - más bien, la concepción de Rorty de la felicidad se aproxima a la concepción aristotélica de la felicidad, ya que considera que sin unos mínimos bienes materiales, de salud, de amor, de bienestar... no se podría hablar de la misma. 

Personalmente, al igual que Rorty, considero que es complicado alcanzar la felicidad si dejamos a un lado los sentimientos y la compasión, al fin y al cabo, lo que hacemos con amor y todo lo que otros nos hacen con amor, y así lo recibimos, es lo que realmente nos hace felices.





Espero que os haya gustado el post up, os deseo una feliz semana, año, vida... por muchos altibajos que paséis, por muchos problemas a los que tengáis que hacer frente, nunca perdáis la esperanza de ser felices. ¿Os cuento un secreto? Escribiros me hace feliz, este blog me hace feliz desde el primer momento que tuve la ingeniosa idea de llevarlo a cabo.

Muchas gracias, ya son más de 50K de visitas, mil gracias, de verdad, a mis lectores españoles, estadounidenses, mexicanos, colombianos, venezolanos, alemanes, franceses... a todos.

Con todo mi amor, Leticia.  


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