Filosofía y Educación ¡comenzamos nuevo curso!

       
La escuela del maestro Cordero (1890-92), por Francisco Oller 

       

         En la publicación de hoy, quisiera inaugurar el nuevo curso académico y laboral escribiendo acerca de la influencia e importancia de la filosofía en la esfera educativa. Alguna que otra vez, en diversos debates filosóficos, nos hemos planteado y preguntado si la filosofía tiene algo que decir sobre la educación. Lo cierto, es que la filosofía siempre ha tratado de resolver los diversos problemas y conflictos que han surgido en un determinado momento y ámbito social. En definitiva, la filosofía como respuesta, como instrumento e incluso como voz de los problemas de la actualidad social. Y por ello, como bien sabemos, la educación es un factor social que genera muchos conflictos y problemas, donde la filosofía tiene mucho que decir. 


          La filosofía contribuye a buscar la definición y el sentido de la educación y de la tarea docente. Esto lo hace la filosofía al analizar el lenguaje pedagógico y educacional de las teorías pedagógicas y de la práctica para aportar desde la filosofía del lenguaje y la lógica, precisión y claridad. Otro camino, es el análisis de la experiencia para llegar a los supuestos esenciales, y desde ahí deducir una serie de conclusiones comprensivas del fenómeno educativo. Conclusiones operativas en la dirección del proceso. Hay que investigar la esencia de la educación, no solo lo ontológico de la educabilidad, sino cuestiones reales como determinar la categoría del docente, enseñante o educador; relación entre las personas que educan y aquellas que son educadas, o simplemente la relación técnica, en definitiva  ¿hay que formar sólo la inteligencia de los profesores o sólo su personalidad?  


        En primer lugar, hemos de analizar un punto muy importante: la filosofía como formación. La idea elemental en la relación de la filosofía y la educación, es entender la filosofía como formación. La filosofía es un saber con sus características peculiares, con el derecho de ocuparse de la educación, pero además, es en sí misma una actividad educadora que forma enseñando a pensar y a buscar sentido, formando al individuo. Vivir con sentido, con la filosofía como proyecto humanizante. Nos hace descubrir valores para ser y estar de una manera valioso en el mundo. Proyecto de una vida digna, proyectada desde uno mismo. Interpretar la realidad, pero no a través de  la razón racional sino vital que nos oriente en la vida y saber a qué atenerse, esto es, la función vital que proporciona claridad. La filosofía es una actividad pensante que el hombre realiza para dar sentido a las cosas, comprometiendo lo más hondo del hombre, que es la vida humana esencialmente teórica volcada en la interpretación de la razón.  Según Zubiri a través de la filosofía tomamos posesión del nuestra vida para proyectarla, sin ser influida por el exterior, filosofía como actitud existencial en su sentido originario. Jäger, en Paideia considera que Platón es el primero que valoró la esencia de la filosofía como educacional, de hecho La República es una obra de formación humana. La Carta VII, es una obra filosófica como recorrido formativo del hombre. La filosofía al activar estas aptitudes y necesidades se convierte en una actitud que forma íntegramente a la persona. Esto significa la filosofía como formación, tiene que plantear un proyecto para que el hombre pueda encontrar sentido a su vida dentro del mundo. Sentido de la vida que no se queda en un proyecto genérico, sino que requiere cosas concretas, en definitiva, una búsqueda de sentido y plenitud de la existencia.

          Ortega, defiende que sin la filosofía, el que educa no puede salir del dogmatismo intelectual y alcanzar la independencia del espíritu que necesita. La filosofía es para Ortega la liberación que enseña a sacer triunfante el pensar propio de toda ligadura dogmatica. El maestro con necesidad de filosofía que le transmite la actitud de independencia íntima que necesita para pensar y vivir desde sí mismo. No habría buenos maestros en España hasta que no hubiese en las escuelas la asignatura filosofía. En un escrito de 1987, defiende una pedagogía de la vitalidad, enseñanza que dilate la vida personal, en lugar de una pedagogía al servicio de las doctrinas pragmáticas, sólo preocupada por la adaptación social. Propone una pedagogía que pretenda “enseñar a vivir plenamente desde sí mismo”, libertad y realización personal. No sólo transmite doctrinas ya hechas, pero que vive de espaldas a la razón.

          En segundo lugar, hemos de tener presente el análisis de la Filosofía como saber específico que se ocupa de la educación: aparte del tratamiento científico de la psicología, sociología, pedagogía, y técnico, hay que incluir la otra formalidad, que es el tratamiento filosófica a cerca de la educación. Saber experimental, conocimiento sistematizado con afán de universalidad, esfuerzo por llegar a lo que llamamos la razón última de algo o el sentido total, integral. El marco de referencia de la filosofía es una visión general de la razón, trasciende la provisionalidad. No se puede limitar a una ontología, necesita complementariedad entre tratamiento científico y filosófico. La filosofía solo no basta. La ciencia de la educación debería tener en cuenta a la filosofía, el valor de las conclusiones filosóficas va en la línea de saber a qué enfrentarse.
          

      Desde el positivismo, hay autores que reconocen la necesidad de la filosofía para una correcta comprensión de lo que es la educación, defienden que la filosofía debe estar en una formación concreta. Otros muchos autores, piensan que la filosofía extiende su campo de acción del análisis de las teorías, trascienden la restricción epistemológica de la filosofía para ocuparse de la educación. En cuanto a la realidad especifica y esencial del ser humano la educación es una parte de la existencia por que debe existir una filosofía de la educación. En España, son varios los autores que defienden esto: Ibáñez Martín, Fullat, Vegas, Mora…

      Pero ¿por qué la filosofía debe ocuparse de la educación? La educación no es una actividad factible que produce algo bien hecho. La educación, es más bien, una actividad agible, es una acción interior del sujeto. El que educa se involucra en una tarea, negocio, en un quehacer - no sólo hacer - realizado desde la libre voluntad del sujeto. No está predeterminado por unas reglas,, sino desde la libre voluntad del sujeto, volcándose el que educa y que es educado. Creatividad, imaginación... educar es un arte, no una tecnología, el artista orienta su trabajo a su manera. 

        Si esto es así, no basta con aplicar unas reglas técnicas, sino que hay grados de calidad, que dependen del nivel de realización y humanización que entren en juego, podremos hablar ahí de grados de calidad. Si hay respeto reciproco, y se traduce en mayor libertad y autonomía, en esa medida la educación será mayor. Por tanto hay un compromiso de búsqueda de aspectos de la razón que acerquen la verdad de las cosas, buscar criterios y valores para orientarse mejor en la vida y que ésta sea autentica. El perfil de educar descrito está en el polo opuesto del maestro que aplica técnicas, hay una complementariedad entre el saber científico y filosófico.

                 Por último, lo cierto es que hay una gran relación entre el saber filosófico y el científico, dando como resultado la Ciencia de la Educación. La teoría de la educación es un saber descriptivo y explicativo del hecho educativo. Describe modelos o teorías en el sentido científico. La pedagogía trata de qué se hace en educación, y qué hay que hacer, es más prescriptivo y normativo à qué y cómo.

            En definitiva, la filosofía es un saber que bus una comprensión del proceso educativo atendiendo a presupuestos antropológicos, axiológicos, éticos… que la ciencia no trata. Conjunto de reflexiones que tratan de comprender donde la ciencia no llega con el fin de profundizar en qué es esencialmente la educación y para qué se educa. Qué es esencialmente, yendo a presupuestos ontológicos, antropológicos… para tratar de ver el sentido pleno, mirando al sujeto y ver en qué medida la incumbe y hasta dónde le influye. Los fines, el para qué, hacia dónde y qué va ser del sujeto.

        Os dejo varios enlaces muy interesantes en relación al tema: Cómo no defender las humanidades; Reggio Emilia’, una filosofía que educa para la democracia


Espero que os haya gustado la entrada inaugural del nuevo curso, en otra ocasión, escribiré acerca de la contribución de la Filosofía a la búsqueda de sentido de la educación, así como de algunas investigaciones desarrolladas en el campo de la antropología y teleología educacional, aspectos que he preferido no tratar hoy a fin de que la lectura resultase más amena y sencilla. Os deseo un gran inicio de curso y, que todos aquellos proyectos y objetivos que os propongáis sean finalmente conseguidos de manera exitosa.

Con todo mi cariño, un fuerte abrazo, Leticia. 




"El genio se hace con 1% de talento, y un 99% de trabajo"

- Albert Einstein - 




Comentarios

Entradas populares