Comentario de texto filosófico



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"Mientras más transparente es la escritura, más se ve la poesía".

- GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ - 

      

            A veces damos por hecho que sabemos afrontarnos a las cosas básicas de la vida, sin embargo, siempre hay alguien que nos dice cómo mejorar, en cierto modo, cómo las podemos hacer mejor para que el resultado sea óptimo. En la filosofía sucede algo semejante, es una disciplina que todos dicen controlar por el simple hecho de ser estudiantes, pero que sin embargo asienta las bases fundamentales del resto de asignaturas tanto académicas como de la vida. Si controlas la filosofía y con ello, las aptitudes que la misma transmite, creedme, muy pocas cosas en la vida os resultaran complicadas, tendréis capacidad para comprender tanto las ciencias puras como el mundo de las artes y la literatura, porque gracias a la filosofía habréis adquirido cualidades tan importantes como la redacción, la comprensión lingüística, la oratoria, la escritura... y sobre todo, habréis adquirido el poder de transmitir vuestras ideas, a razonar y, a poner en duda lo que otros te dicen, en definitiva, a reflexionar para sí y para los demás. 

             Hoy quiero escribiros sobre las técnicas a seguir para comentar un texto filosófico, más bien, daros algunos consejos que os pueden venir bien y, que si finalmente termináis controlando,  llegará un momento donde lo menos relevante será la materia o temática del texto, si sabéis cómo comentarlo, podréis hacer frente a todo tipo de texto, ya sea sea de filosofía, de literatura, una teoría científica o, una sentencia judicial, entre otros.

               Lo primero de todo, lo fundamental, es la COMPRENSIÓN LECTORA del texto y, con ello no me refiero sólo a la comprensión de asimilar el orden de las oraciones y el sentido de las mismas, no, voy más allá, para que realmente exista una compresión es necesaria lectura tras otra - que no os de vergüenza si tenéis que leerlo y releerlo más de dos veces o cinco, el número es lo de menos - hasta que captéis su esencia, esto es, el sentido de la idea que su autor nos quiere transmitir. Evidentemente, esta comprensión y lectura reiterada no es sencilla, es decir, no es como leer y releer una novela una y otra vez, un texto filosófico requiere varias lecturas, al menos dos: una primera lectura, donde no tomaremos notas sino simplemente nos limitaremos a leer el texto y, una segunda lectura acompañada de anotaciones (bien en los márgenes del texto o un cuaderno aparte), de destacar las ideas principales (bien subrayando las mismas sobre el texto finamente con un lápiz o bien anotando las mismas en nuestro cuaderno) y, sobre todo de enlazar unas con otras y con el contexto histórico, social, económico y cultural al que pertenece el texto y su autor, pues son datos relevantes que nos van ayudar a una mejor compresión. Así pues, para ello, previamente de leer el texto, debemos leer sobre su autor y sobre el contexto en el que se escribió, eso facilitará su comprensión y nos adelantará más del cincuenta por cien del comentario de texto, es lo que denominaremos comprensión del CONTEXTO HISTÓRICO del texto.

        Una vez que hemos navegado por la red y los libros, buscando información fehaciente y veraz sobre su autor y el contexto social, cultura, político, económico... del texto - no es necesario agobiarnos de información, simplemente con coger los datos más relevantes sobre la vida del autor y el contexto histórico-social es suficiente, aunque todo lo que sea aprender no está nunca de más, pero para su comentario con unas pinceladas bastará - estamos preparados para alcanzar la máxima comprensión de la idea o ideas esenciales que el mismo nos quiere transmitir, pues el texto nos habla y si no sabemos escucharlo, difícilmente lo vamos a comprender ¿no creéis?.

         A continuación se ha de preparar el ESPACIO, y no me refiero al espacio temporal de la obra al que pertenece el texto, eso ya lo hemos hecho en el anterior escenario del contexto histórico, sino a vuestro espacio, el lugar que habéis escogido para comentar el texto. Este aspecto es esencial y muy importante, pues si estáis en el lugar equivocado será complicado - por no decir imposible - alcanzar una máxima comprensión, ya os adelanto que si el espacio es inapropiado me temo que tendremos éxito si conseguimos pasar de la primera línea (risa). Por ello, debe ser un lugar silencioso, tranquilo, con luz natural (a ser posible), al exterior o en el interior, libre de distracciones, que nos permita estar sentados en una silla rígida y sobre una mesa donde apoyarnos y tomar anotaciones, pues leer filosofía en el sofá o en la cama es cosa de expertos y, todavía nosotros no estamos a ese nivel, algunos tal vez si lo estéis, si es así, os felicito por ello, hasta los grandes pensadores decían que les resultaba complicado leer filosofía con distracciones como la comodidad del sofá o del sillón, creo que la cama era impensable para ellos (risa). También, para aquellos que prefieran teclear en vez de escribir sobre el papel, estaría bien tener a mano un ordenador o tablet, para escribir, leer el propio texto (si está informatizado) y buscar en la red esa información previa sobre su contexto histórico, así que el ordenador es un gran aliado para nosotros para conseguir un comentario exitoso.  

            Llegados a este punto, donde estamos en el espacio idoneo, con las herramientas apropiadas (ordenador, tablet y/o cuaderno de notas) y hemos leído información acerca del contexto de la obra y del autor al que pertenece el texto, ahora si que si estamos preparados para su lectura, re-lectura y comprensión, como os he comentado al principio, el número de veces que leemos el texto es insignificante, a veces por su complejidad requiere más tiempo y dedicación, lo importante es captar la idea fundamental o las ideas principales del mismo. Y es aquí el siguiente paso: el ESQUEMA, un esquema que nos va a ayudar bastante cuando entremos de lleno posteriormente a redactar el comentario. En este esquema, tenemos que destacar las ideas principales - y en algunos casos - secundarias del texto, para lo que tenemos que hacer una clasificación y sub-clasificación de las mismas, tarea que a simple vista parece sencilla pero que se nos puede complicar si no conseguimos destacar lo verdaderamente relevante y, aquello que también es importante pero no tanto como lo principal, pero que tampoco podemos dejar en el tintero.

             Lo siguiente es entrar de fondo en el COMENTARIO, el cual se subdivide en tres pilares fundamentales: análisis (donde descompondremos el esquema que hemos desarrollado anteriormente); síntesis (donde se hará una recomposición del texto) y conclusiones (valoración del texto). A fin de no hacer muy larga la lectura del post, os facilito enlace de acceso al siguiente archivo que os podéis descargar, donde constan detallados los pasos a seguir para un comentario de texto:




  
       Por último, no os olvidéis de cuidar las reglas de corrección gramatical, tales como: respetar los márgenes y encabezados imaginarios del papel; emplear siempre un bolígrafo de color neutro (azul o negro, nunca rojo); evitar las tachaduras, manchas o dobleces; trazado de escritura regular y uniforme; caligrafía legible; ausencia de errores sintácticos ni faltas de ortografía; mantener un orden y coherencia en la redacción. 


Espero y deseo que os haya sido de gran utilidad el post up de hoy, sobre todo, práctica. También deseo que estéis todos muy bien, con ánimos suficientes y mucha energía.
Un fuerte abrazo, con todo mi cariño y amor, Leticia.




       
            Facultada de Filosofía de la Universidad de Salamanca. Curso 2007-2008


"Para componer historias y libros, de cualquier suerte que sean, es menester un gran juicio y un maduro entendimiento".

- MIGUEL DE CERVANTES -









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