Amor & Acción

El Abrazo (1905-1909), Gustav Klimt



"Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal".

- Nietzsche - 


          ¡Hola queridos lectores! En la última entrada del blog de este año me gustaría daros mi más sincera enhorabuena por vuestra capacidad y paciencia de adaptaros a las nuevas circunstancias que el año 2020 de manera sorpresiva nos ha brindado, sin duda, un cambio de paradigma en todos los ámbitos de nuestra vida, tanto personal, profesional, social, económica, sanitaria, administrativa... en fin, no hay sector de la sociedad que no se haya visto afectado por el coronavirus. Por ello os felicito, porque con fuerza y energía todos y cada uno de nosotros hemos sabido hacer frente a las nuevas situaciones, a la crisis sanitaria y adaptarnos con cierta sabiduría a las nuevas circunstancias. 

         Lo anterior me ha hecho reflexionar sobre la importancia de actuar con amor en la vida, sobre todo, en los malos momentos o, en los no tan buenos, reflexión que hoy quiero compartir con vosotros como publicación de clausura en el blog de este año que parecía inacabable. Sin duda, un año que ha marcado un antes y un después en nuestra historia, así que algún día podremos decir a nuestros nietos que fuimos testigos de ello, como hoy nuestros abuelos nos hablan de la Guerra Civil española, de la transición política, de la Segunda Guerra Mundial y, de otros hechos relevantes en la historia de la Humanidad.

         En cierto modo, el coronavirus nos ha cambiado a todos, no sólo en el contexto social, sino también por dentro, desde una perspectiva más espiritual muchos nos hemos dado cuenta de quiénes somos realmente y qué es lo que queremos en nuestro futuro, valorando lo que realmente nos hace felices bien, porque un día lo tuvimos a nuestro lado y ahora por las circunstancias carecemos de ello bien, porque en el mejor de los casos continúa en nuestra vidas y nos hemos dado cuenta que gracias a ello tenemos fuerza y energía para seguir luchando. En momentos así, muchos son los pensamientos que pasan por nuestra mente, pensamientos negativos que como "ocupas" entran sin permiso a habitar en nuestro ser y nos invaden de pesimismo, desesperación, tristeza, angustia, des-motivación... en definitiva, un sinfín de sentimientos que nos consumen y nos apagan como personas. 

       Por ello escribo hoy esta entrada, para haceros reflexionar sobre los verdaderos valores de la vida, valores que si hemos sido educados de manera acertada todos o casi todos deberíamos tener a nivel personal y compartir en nuestros contexto social, de ahí que un día el maestro Kant nos hablase de una moral universal, una moral que toda persona indistintamente de nuestra raza, estatus económico, situación social, religión... compartimos. El filósofo Kant, demostró la existencia de Dios a través de la moral, vino a decir algo así como que si el ser humano tiene en su mente la idea de lo que es moral y no lo es, sabiendo diferenciar el bien del mal es porque un Ser Superior moral por naturaleza ha sembrado esa idea en nuestra mente y, quién sino Dios es la Idea Suprema del Bien. 

      En situaciones de crisis económica, de guerra, de epidemias - como la que estamos pasando en la actualidad - la mayoría de la sociedad tiende a ser egoísta dejando en el olvido lo moral, mirando por sí misma y no por la sociedad, precisamente cuando es una situación que más nos necesitamos los unos a los otros. Por miedo, la mayoría de las personas se encierran en sí mismas cuando lo que deberían hacer es intentar ayudar a los demás. Y ahí está el peor enemigo del ser humano, el miedo, si tenemos miedo entonces estamos acabados. Ahora más que nunca tenemos que ser valientes, luchadores, fuertes y sobre todo, sacar de nuestro ser la seguridad y confianza tanto personal como profesional que nos caracteriza a cada uno de nosotros, de este modo os puedo asegurar que el 2021 será un año fructífero en todos los aspectos de nuestra vida, tanto personal como social. De hecho, si nuestro querido Ortega y Gasset  estuviese vivo en la España actual estoy convencida de que alzaría su voz al pueblo y nos pediría que dejásemos de actuar como masas atrapadas en el miedo que nos intentan inculcar quienes dicen tener poder pero poca capacidad de tomar decisiones y comencemos a pensar como las minorías, en interés del pueblo, en lo que nos interesa a todos como población no como individuos, es la única manera de cambiar y avanzar hacía el progreso y, sobre todo, de ayudarnos los unos a los otros.

           Así pues, retomando a Kant, a pesar de que fue un filósofo asentado en una estabilidad económica que ya le vino dada por su acomodada familia, ideó un pensamiento un tanto utópico pues exigir a la sociedad que actúe moralmente es algo complicado y más cuando no ha sido educada para ello, más cuando también está la otra realidad (o la única, para algunos pensadores), esto es, la realidad que en su día definió Hobbes "el hombre es un lobo para el hombre por naturaleza" o, Nietzsche, en la que todos los hombres quieren y ansían ser Superhombres actuando de manera sumamente interesada y egoísta con el resto, sin una conciencia superior que le controle y dirija sus acciones como pudiera ser Dios.

            Desde una perspectiva puramente subjetiva, considero que en momentos como los que estamos pasando más que morales  (que también debemos serlo, por supuesto) debemos actuar con amor, el amor es un sentimiento que todos sentimos, pero que la mayoría de las personas rechaza por miedo a mostrar su fragilidad y vulnerabilidad. Sin embargo, actuar con amor es todo lo contrario, pues es una acción propia de personas valientes, el amor es lo que realmente tiene la fuerza para cambiar lo malo a bueno, siendo la cura de nuestros miedos, la elección correcta de nuestras dudas, en definitiva, el motor de los verdaderos valores de la vida, tales como: la honestidad, la sensibilidad, la gratitud, la humildad, la prudencia, el respeto, la responsabilidad... Aquello que nos encamina a una vida de paz, tranquilidad y, en el mejor de los casos, felicidad. Todo ello me lleva a preguntaros lo siguiente: ¿y si realmente la existencia de Dios consta demostrada desde el punto de vista de la razón (y no de la fe) a través del amor como sentimiento propiamente universal y no de la moral, como planteó Kant? Ahí os dejo esa reflexión.

          Se avecinan fechas importantes, fechas de solidaridad y bondad, os invito a poner un poco de amor en nuestras acciones con los demás estas Navidades, así haremos entre todos un mundo mejor en estos momentos tan difíciles y complicados que ponen fin a este dichoso año 2020.

           Muchas gracias por vuestro apoyo, el blog cierra el año con más de 211K visitas, me siento muy afortunada por ello, todos vosotros sois el motor de este bonito proyecto que inicié mientras era estudiante de Derecho, es un honor que personas de todas partes del mundo lean La Cortesía del Filósofo. El 2021 será un buen año para todos, estoy convencida de ello, una persona que aprecio mucho y que tuve la suerte de conocer en febrero del año 2019 en uno de los momentos más complicados de mi vida, me escribió una vez que todo iría bien porque las personas buenas se merecen que así sea, os confieso que esas palabras son lo que me dan energía y fuerza en los momentos complicados, sobre todo, esperanza. Así que como os considero a todos vosotros personas maravillosas, no temáis al futuro porque os va a ir muy bien el próximo año. 

         Os deseo con todo mi cariño y amor una feliz Navidad en compañía de vuestros seres queridos. Nos leemos en el 2021, Leticia. 




"No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe".


- Platón - 

(Filósofo griego, 427 a.C. - 347 a.C.) 




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