La buena vida


Camino al sol (2014), A. Linares



"La buena vida es buena entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana... Por eso darse la buena vida no puede ser algo muy distinto a fin de cuentas de dar la buena vida. Piénselo un poco, por favor".


- Fernando Savater - 



¡Hola queridos lectores! Creo que es una de las veces que más he tardado en escribir en mi rincón favorito, ni la mente, ni el alma, ni las emociones me han permitido hacerlo dadas las circunstancias, digamos que no están siendo buenos momentos, la vida no te prepara para ello. A pesar de que no han cambiado mucho las circunstancias, lo echaba tanto de menos que no he podido dejar pasar un día más sin hacerlo.

Hoy os invito a reflexionar sobre la vida, en especial, sobre la buena vida. Cuando era estudiante y en su día leí el gran libro Ética para Amador de nuestro filósofo Fernando Savater, creí comprenderlo, pero fijaros qué curioso, que han tenido que pasar unos cuantos años y varias experiencias vividas para darme cuenta del significado real de lo que Savater denomina buena vida. Es importante para poder alcanzar una buena vida humana desde una perspectiva ética que las personas sepamos relacionarnos unos con otros y, no a costa de ellos, ya que darse la buena vida es al final igual que dar la buena vida al otro. Si las personas se acostumbran a usar al otro para su propio interés al final ni se da una buena vida así mismo ni tampoco al otro. 

Por ello la buena vida o - más bien - como diría Savarter "darse la buena vida" es al fin y al cabo un estilo de vida donde uno elige de manera libre y desde la conciencia la conducta moral hacía otro y tras esa elección vive una buena vida que le lleva a la más plena satisfacción personal. Esto es, cuando uno asume responsablemente sus deberes y ejerce sus derechos respectando al otro, es tolerante y solidario con las personas y el medio ambiente, ejerciendo el diálogo abierto, de manera participativa y democrática, conviviendo con las personas sabiéndolas comprender y tratar desde el respeto, la sencillez, la honestidad y solidaridad, empatizando con sus emociones y situaciones y, nunca utilizando al otro para su propio interés. Porque cuando uno elige darse una buena vida está eligiendo dar la buena vida al otro y, si eliges al otro por interés, eso te llevará inevitablemente a la mala vida. 

Desafortunadamente, en la nueva Era Digital, las redes sociales han colaborado en gran medida a que se distorsione cada vez más ese concepto de buena vida, dando lugar a un concepto erróneo, esto es, entendiéndose por buena vida, una vida de lujo, comodidad, placer, apariencias, ser una persona desentendida y que no se esfuerza. Pero lo más preocupante, sin duda, es la envidia que pueden llegar a sentir aquellas otras personas que no tienen la vida que otros aparentan tener a través de las redes sociales, sin saber realmente si esa es la vida que les conviene o realmente desean tener, y más aún sin ser conscientes que esa vida no es la buena vida desde un punto de vista ético, todo lo contrario, es lo que lleva a la humanidad a la mala vida, ya que tiene muy poco de bueno.

Así pues, la buena vida es la buena vida que uno quiere para sí mismo, no la vida que uno vive para que los demás le vean y le envidien, sino vivir la vida siendo lo que uno realmente quiere ser, aquello por lo que se ha esforzado desde la disciplina y renunciando a otras cosas por conseguir vivir lo que ahora es, esa es la buena vida, la vivida de manera verdadera por cada uno de nosotros, no la que otros nos quieren vender. Así lo explica el propio Fernando Savater en el siguiente video: 




En este sentido la buena vida es la vida que uno vive sin que otros tomen el control, la vida vivida en plenitud, armonía y felicidad desde nuestro amor propio, eligiendo compartirla con aquellas personas que deseamos, no porque las necesitemos, sino porque decidamos que formen parte de nuestra vida porque así lo deseamos. De lo contrario, estaremos en el lugar equivocado, viviendo una vida controlada por el otro, enfocada en el exterior y en las personas que nos rodean, pero nunca viviendo nuestra vida, una vida que debe empezar en uno mismo, desde nuestros pensamientos, palabras y actos. Es decir, vivir una vida consciente es aquella que se vive desde la plena consciencia, desde la conexión y desde la elección, donde tomamos acción para elegir las cosas que queremos realmente y las que no, vivir la vida persiguiendo nuestros sueños, no dejándonos arrastrar por lo sueños de otras personas, vivir una vida sin miedos ni inseguridades ni frustraciones sobre otro, sino con fuerza y valentía luchando por conseguir lo que realmente deseamos. Para saber si tenemos una buena vida o no, debemos tratar verla desde fuera y preguntarnos si nos sentimos o no identificados con ella, si realmente estamos viviendo lo que queremos vivir o si simplemente estamos dejando que ocurra y aparentando lo que no es.


En definitiva, se ha de vivir la vida porque es nuestra, merecemos encontrar la auténtica verdad, tranquilidad, felicidad y amor incondicional, pero eso únicamente es posible cuando decidimos vivir nuestra vida relacionándonos con el otro porque así lo deseemos y no porque lo necesitemos, pero eso únicamente es posible cuando la verdadera felicidad, amor y tranquilidad nace de uno mismo, sin esperar que otras personas nos llenen nuestros vacíos o nos den felicidad. Las personas con las que elegimos compartir la vida son un complemento, hemos de ser conscientes que nuestra vida es única y que sólo nos pertenece a nosotros, viéndola desde nuestra verdad y desde nuestro ser, siendo plenamente conscientes quienes somos y del camino que queremos elegir, de ese modo viviremos una buena vida a través de relaciones sanas y positivas con las personas que elegimos compartirla, pero sobre todo y ante todo con nosotros mismos, es la única forma de que le demos buena vida al otro.


Espero que estéis viviendo una buena vida, con las personas que habéis elegido vivirla, no porque las necesitéis, sino porque os complementan, dándole así también buena vida a ellas. Para ello es necesario y fundamental que os améis mucho a vosotros mismos, ser felices y sentiros plenos sin necesitar a nadie, es la única manera de que una relación sea saludable y duradera, elegir al otro porque queréis que forme parte de vuestra vida, no por simple interés. 


Muchas gracias por leerme una vez más, perdonad el retraso en escribir, a pesar de la tardanza, ha merecido la pena ¿no creéis?. 

Un fuerte abrazo, con todo mi cariño y amor, Leticia. 




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