El problema de la Filosofía Española y su historia

La tertulia del café Pombo en el cuadro «Mis amigos»
de 
Gutiérrez Solana (1920)

España es un país que ha tenido grandes pintores, místicos, poetas pero  según algunos no ha tenido grandes pensadores. Esto ha quedado ya como un presupuesto que ocasiona desinterés, ignorancia y olvido de la tradición. La historia de la filosofía española ha sufrido esta negación, no solo por parte de los países europeos sino también se ha introducido en el mismo país español, dividiendo así España en dos, con críticos que están a favor la filosofía española y otros en contra.
            
           Esto ha ocurrido, porque cuando España era una primera potencia política, económica, social… se empieza a simplificar el pensamiento español. Porque detrás de las ideologías hay intereses económicos y sociales, y efectivamente, en el fondo había una cierta verdad. Todo esto tiene mucho que ver con la tradición del pensamiento filosófico español porque del siglo XVI  en adelante hay una cierta crítica de la filosofía que se hace en España. Llega un momento en el que ocurre un error lógico derivado de la premisa de que como la filosofía española no ha influido en el pensamiento universal es como si no existiera, por lo tanto no hay que conocerla. Esto es una falacia porque un juicio de valor se confunde con un juicio de existencia. Es una falacia porque los textos de filosofía española están ahí valgan o no, están ahí y piden ser leídos. La filosofía del propio país es una medio para conocer al propio país además el mismo concepto de filosofía es leído con un preceptos muy cambiantes. Si la propia filosofía tiene múltiples caras, la filosofía de un país también tendrá varas caras con el objetivo de responder a una determinada época o circunstancia social.

       El mismo concepto de filosofía es amplio porque caben pensadores como Platón/Aristóteles, Heráclito/Parménides… más todos los modernos. El concepto de filosofía es plural, pero algo tendrá que tener en común para poder ser historia. La historia de la filosofía es un hecho cultural, es un producto histórico social que tiene pluralidad, unidad y que es un ser ahí. La filosofía es un producto del ser humano y nosotros somos un ser ahí que produce cosas que llamamos humanas, tras esos productos culturales humanos se encuentra la filosofía. Hay una unidad ontológica que se resume en la propia filosofía. Todos los productos están en la naturaleza y uno de ellos es la filosofía que es un ser histórico que permanece cambiando. Esto es lo que ocurre en las filosofías nacionales que es la filosofía que se hace en los límites de un país  determinado y por lo tanto su historia, su evolución… desde España se descubren ciertos aspectos. Por ejemplo en el siglo XVI el tema antropológico por el descubrimiento de América fue muy importante, a lo largo de nuestra historia sobre todo en los siglos XVI, XVII y XVIII. Eso está ahí, y ciertamente hay dos sentidos de la palabra que es filosofía española y/o filosofía en España. La filosofía en España es la filosofía que hacen los españoles, y la filosofía española se definirá siempre por cuestiones externas (lenguaje, tiempo, lugar…) pero no implica que España tiene una parte en relación con la filosofía de otros países. Sino que es la filosofía que hace el hombre español en la circunstancia de su país.

          La filosofía para comprenderla históricamente no podemos separarla de sus raíces biográficas, la vida está muy unida a la actividad pensante y si queremos comprender y no saber de memoria qué me dice un texto, evidentemente hay que tener en cuenta esa filosofía. Una cosa es la filosofía universal y otra es la filosofía encerrada en un momento determinado que toma nota de los problemas vivos, eso es el pensamiento encarnado, y ahí es donde llega la filosofía española, que es pensamiento encarnado en una circunstancia histórica determinada que lleva consigo una tradición. De ahí la importancia de la intercomunicación con hispanistas de Italia, América, Polonia… que critica e interpretan nuestra filosofía, la están interpretando desde sus propias raíces. Se ha instalado una falacia de cómo la filosofía española no es importante como si no existiera y por lo tanto no se estudia. Hay un error confundido, un juicio de valor con un juicio de existencia.  

Muchas gracias, un abrazo.

Leticia Latorre

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